El disponer de información actual e histórica
de los ríos y embalses nos permite:
- Proteger el estado medioambiental.
- Gestionar el agua disponible para los diferentes usos: abastecimiento a poblaciones, regadíos, producción eléctrica, usos industriales y acuicultura.
- Prever inundaciones y minimizar su impacto.
- Realizar trabajos de planificación hidrológica.
- Diseñar estructuras como presas, puentes para carreteras o ferrocarril, etc.
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